Fue tal el impacto de nuestra visita a Segovia, que alguna de nuestras compañeras fueron conducidas por las autoriadades hasta la iglesia de La Vera Cruz con todos los honores. Véase el Studebaker de 1929 que pusieron a disposición de Isabel. (Ana Gómez, conocida por su afición irrefrenable al volante, sustituyó al chófer, que llevaba, por supuesto, gorra de plato).
lunes, 24 de octubre de 2011
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